Dominicano se declara culpable de terrorismo

20.02.2014 00:36

Un inmigrante dominicano acusado de fabricar bombas caseras para librar una guerra santa en la ciudad de Nueva York se declaró culpable de un cargo de terrorismo el miércoles, días antes del comienzo previsto de su juicio en uno de los pocos casos de terrorismo procesados por la justicia de un estado en lugar de la federal.


Jose Pimentel, que tenía la cabeza cubierta por un casquete tejido, respondió con voz suave a la pregunta del juez al declararse culpable de intento de poseer un arma como delito terrorista. Las autoridades dicen que se trata de un ejemplo elocuente de la amenaza del terrorismo unipersonal local, pero sus abogados denunciaron el exceso de represión policial en los años posteriores a los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Pimentel, de 29 años, se declaró culpable a cambio de una condena a 16 años de prisión. De ser declarado culpable por un jurado, enfrentaba una pena entre 15 años y perpetua. La selección del jurado estaba prevista para comenzar el lunes.

Pimentel, quien se hacía llamar Mohammed Yusuf, era un inmigrante dominicano que se crió en Estados Unidos y se convirtió al islam en 2004.

Mantenía una página de internet con artículos en los que elogiaba a Osama bin Laden, decía que las víctimas del 11 de septiembre eran blancos legítimos y explicaba por qué había que "lanzar una bomba atómica" sobre Estados Unidos, dijeron los fiscales en documentos ante la corte. Atacó reiteradamente a su ex esposa por rechazar sus ideas sobre el islam, y su madre lo había echado de su apartamento debido a sus ideas, según los fiscales.

En 2011, Pimentel "traspasó la línea de la retórica violenta en sus páginas de internet a la fabricación de bombas caseras para usarlas contra nuestros ciudadanos", dijo el fiscal de Manhattan Cyrus R. Vance al presentar los cargos.

Se grabaron conversaciones en las que Pimentel hablaba de asesinar a un juez, matar a soldados que regresaban de la guerra y colocar una bomba en una comisaría policial o en el transitado puente George Washington, dijeron las autoridades. Además habló sobre atacar a judíos "y, en general, a población civil a la que describía frecuentemente como un daño colateral", dijo a un juez el miércoles la fiscal adjunta Deborah Hickey.

Lo arrestaron en noviembre cuando armaba bombas con relojes, luces de árboles de Navidad, cerillas y otros elementos adquiridos en ferreterías, señalaron fiscales.

Los abogados de Pimentel han insinuado que nunca hubiera pasado de los mensajes en el internet a la presunta fabricación de bombas de no haber sido llevado a ello por los agentes policiales encubiertos.

Un informante y un agente encubierto no llegaron a nada con Pimentel, señalaron las abogadas defensoras Lori Cohen y Susan Walsh. Entonces la policía envió a otro informante, un hispano convertido a musulmán que fumaba cigarrillos de marihuana con Pimentel mientras hablaban de la guerra santa, lo acompañó a comprar artículos para armar bombas y le abrió su apartamento para construirlas.

"Si se trabaja a alguien con testigos profesionales, si se consume marihuana, uno desgasta a la gente", dijo Walsh el mes pasado.

Aunque Pimentel admitió su culpabilidad, "la pregunta que no será respondida, al menos no en una corte de justicia, es quién exactamente está reclutando a quién en esta guerra, esta llamada guerra contra el terrorismo", dijo Walsh el miércoles afuera del tribunal.

Las defensas de arresto ilegal, o argumentar que la policía indujo un crimen, enfrentan un enorme peso jurídico. No es suficiente demostrar que la policía o sus agentes crearon una oportunidad para violar la ley: un acusado tiene que convencer a los miembros del jurado que la policía utilizó métodos que exponen a una persona inocente a cometer un crimen.


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